CUENTO CORTO I No importa, verdad...?? Una exageración no tan grande...

Un domingo, feriado, son las 3 de la tarde y el día amaneció mas nublado que nunca. Tenés que hacer una tarea en parejas, es también tu día libre pero es el único día que le sirve a tu compañer@" (aunque le hayas propuesto otros días, te obligó a hacerla el domingo)... Lleva ya 15 min hablando por teléfono celular mientras vos ves a través de la ventana como las pequeñas gotas de lluvia se deslizan sobre ella y empezás a perder la paciencia. Termina de hablar y te devuelve tu teléfono celular. Te agradece, vos sonreís, inmediatamente te disponés a seguirle explicando cómo resolver esas preguntas cuando te interrumpe: "Mirá, es que estaba hablando con mi abuelita que viene cada tres meses a visitarme porque vive sola y acaba de llegar a mi casa a verme a mi y a mi familia y vieras que sólo falto yo... y hace tanto no la veo porque vive tan largo"


"No importa si te pido que terminés la tarea por mí, es que se me había olvidado que tenía ese compromiso familiar y me playada con mi abuelita, no importa?" Muy convencido de que eso podría suceder aceptas, en todo caso ¿qué importan los 800 colones de pases que gastaste para llegar a la única biblioteca del país que abre un domingo y que te haya hecho esperar en la parada debajo de la lluvia para que llegara en carro como si nada? ¿Y qué importa que a esa hora te estés muriendo de hambre porque supuestamente te iban a invitar a almorzar por hacer la tarea juntos pero al final te llevan (con suerte) un paquete de galletas? Qué importa verdad?



Con toda esa chicha y cólera que te invade, le decís que no hay problema... empieza a recoger sus cosas, las guarda en su bulto, te agradece pero antes de irse te vuelve a pedir el cel prestado. "Es para llamar a mis papás para que vengan por mi, no importa verdad?". Se lo das, hace una misteriosa llamada que te confirma lo que sospechabas... No se va a encontrar con su "abuelita". En todo caso, dejas que pase. La lluvia empieza a escucharse con más fuerza y las gotas se ven cada vez más grandes. Te devuelve el cel y con ojos de vaca ahorcada te pide suplicando con vos baja: "Me podés prestar los pases, es que no van a poder pasar por mi y como me vinieron a dejar yo pensé que venían a la vuelta y no ando plata. Usted me la prestaría y yo se la pago el martes o el jueves, pero yo se lo pago... no importa? Ahhhh.... respirás hondo y sacas de tu bolsillo el pase justo, para que en ese momento se esfume, desaparezca, se haga polvo, se desmaterialize y se largue por esa puerta lo antes posible. Le das el dinero en la mano y lo cuenta, esta a punto de cumplirse tu sueño de que se retire, cuando por alguna extraña razón se vuelve con una mirada de perro arrepentido y agrega: "No importa si le pido ¢75 más para comprarme un blanco, es que desde que llegué me estoy quemando y como aquí no se puede fumar y no andaba plata... " QUÉ HAGO??? AAAHHH??? Que chicha!!! Ahora la lluvia es torrencial, y viene acompañada de rayería y un viento más fuerte.

Sacás lo que te queda en el bolsillo y se lo hacés tirado. De pronto ves que su cara cambia y... "Diay qué? se enojó...? Seas tan pinche vos... si querés no me des nada, yo solo te pedía 75 para un cigarro pero si no querés no importa, de por si... Como no sos vos quien que se está quemando... verdad." " Es más tome se los devuelvo, ahí veo a ver yo como hago... llevo todo el día sin fumar y le pido un favor y se pone en esas varas".

Entonces no sabes como reaccionar, te sentís en schock, de alguna forma te sentís culpable, así que lo único que se te ocurre para remediar la situación es pedirle disculpas y le das el dinero, es más, para recompensar le das tu encendedor para que cuando vaya de camino no tenga que pedir fuego. Te agradece y antes de irse te recuerda " La tarea es para mañana, cuidado se le olvida, hay que hacerle presentación en Power-Point y llevarle un resumen a cada compañero, más el trabajo escrito. Hágalo ahora y mañana en la mañana lo pasa a imprimir, lo empasta y yo le doy la plata en la clase... yo no puedo reunirme con vos en la mañana porque tengo que llevar a mi abuelita a la clínica en la mañana y voy a llegar a tiempo a hacer la presentación. Ahh por cierto, usted podría pasarme lo que tengo que exponer yo por correo ahora en la noche y yo lo reviso, no importa verdad?


NO IMPORTA, NO IMPORTA,NO IMPORTA... PERO LÁRGUESE YA!!!!! Eso es lo que corre por tu mente pero vos, por no parecer maleducad@ le decís, no se preocupe... nos vemos mañana.

Un sentimiento entre victoria (porque se fue) y derrota (porque te toca hacer todo) te invaden. Lo único que te hace sentir mejor es que ya estas sol@. En la calle se siente una pequeña llovizna. A lo lejos solo se nota un paraguas rojo que tapa la silueta de tu "querid@ compañer@". Un paraguas rojo??? Que coincidencia, pensás, es parecido al que me prestó mi abuela para venir... voltéas a ver la silla en la que lo guindaste para descubrir el parecido y... ya no está. En lo único que piensas es en la cara de tu compañer@ diciendo: No importa, verdad...??