Ciclos

La vida es cíclica... o nosotros normalmente la tendemos a hacer así. Creo que ese es mi caso... las personas tienden a pasar por ciertas situaciones en la vida que les gustan y les traen buenos recuerdos y otras por el contrario nos hacen querer olvidar todo como si nunca lo hubiéramos vivido.
Pero a qué viene esa necesidad de volverlas a vivir? Es una cosa que se hace costumbre?
Ciertas actividades en mi vida se están volviendo un ciclo, una costumbre... algunas veces me gustan y salgo bien de ellas, pero algunas veces son extrañas y pueden llegar a herirme. La lista puede ser muy larga desde cosas insignificantes como la manía de estar comiendo chocolate cada nada, fumarme un cigarro por "hacer algo", la monotonía de el trabajo o la universidad como rutina de vida, hasta cosas mas "heavy".


Pero uno de los ciclos que más me esta perturbando en los últimos días va más allá de cosas pequeñas e insignificantes y es complejo y difuso en la mente. Estoy completamente consiente que estoy pasando por uno de esos ciclos, pero aún no he determinado cuál es y muchas preguntas han estado rodeándome la cabeza. (De pronto mientras escribo este blog creo que he descubierto que es el ciclo de preguntas existenciales en el que me encuentro en este momento, pero no es claro todavía).


El domingo pasado tuve la oportunidad de ir de "teather tour". Fui a ver tres obras de teatro a tres lugares distintos. Todo un domingo cultural. Función de 11 de la mañana (en la cual trabajo), almuerzo, función de 5 y función de 8. Compartí este Tour con un gran colega y amigo. Con muchísima más experiencia que yo, a la hora de el almuerzo, me comento lo que había pensado de el trabajo en el que estoy. Sus acotaciones, muy acertadas por cierto, empezaron a remover esta cosa que me hace sentir en un ciclo, repitiendo las cosas otra vez.

Después de la segunda obra, muchas más dudas e inseguridades se apoderaron de mí. A nivel de interpretación y proyección vocal, esta representación teatral estaba super ralita. Le faltaba la carnita, le faltaba sabor, vida... Se escuchaba como una vomitadera de texto... sin sentido ni intención (podría decir que casi como la conversación de las chicas en el bus). Y hablar con mi compa y tener conciencia de ese aspecto me hizo caer en un ciclo de preguntas raras que siguen en mi jupa...

No se si tiene sentido lo que estoy escribiendo, estoy tratando de darle forma porque siento que escribiéndolo voy a poder aclarar mejor lo que me esta sucediendo...

El caso es que mientras me dirigía a la tercera y última obra del día, reflexionaba sobre el gran peso que carga un actor al exponerse al público, es tan complejo saber que nunca se le va a quedar bien a todo el mundo que nos vaya a ver y que indudablemente habrá gente que le encantará y gente que no le parecerá en lo más mínimo. Lo digo porque yo salí del teatro completamente impactado y alarmado de ver como un grupo de estudiantes de 3 año de actuación, de una escuela de teatro de una universidad pública del país, presentaban una cosa como esa que, desde la dramaturgia de la melcocha (sin insultar) que hicieron, hasta la interpretación y la voz eran super deficientes, mientras muchas otras personas estaban muy contentas (por lo menos lo que expresaban con el rostro) con el resultado. Le comenté a mi compa que yo quiero ser un buen intérprete y hacer las cosas con gusto y dedicación. Pero cómo lograrlo si nos exponemos a gente que puede ser muy rata con nosotros y decir que lo hicimos fue una basura (para no escribir una mi*rd*) y tirarnos al piso (si yo mismo lo he hecho con el trabajo de los demás). No me gustaría ser juzgado tan fuertemente y sobre todo por aquellos que conocen esta profesión. El me aconsejó que uno tiene que dar lo mejor de sí siempre y en todo proceso que le interese. Al fin y al cabo quienes somos para que todo el mundo nos quiera y apoye nuestro brete.

La tercera más que una obra era como una especie de charla interpretada... muy interesante y la verdad me hizo reírme mucho de lo que hablaba, el nombre: ¿Sexo? Sí, gracias por preguntar. Salí satisfecho y contento, te hacía reír y te dejaba un mensaje claro, preciso y conciso. Después de este domingo cultural ya me dirigía al trabajo y empecé a pensar en esto de los ciclos y cómo el hecho de juzgar y ser juzgado puede dar la vuelta en cualquier momento. Hoy puedo ser el que dispara y mañana convertirme en el blanco de todos. Siguen surgiendo las preguntas y me sigo cuestionando mi actitud hacia los demás profesionales de mi carrera. Hasta que punto se premia el esfuerzo, o el trabajo puesto, que tanto tengo derecho a exigir al ver un espectáculo?
Es complicado... Me siento un muchacho muy sensible y sentimental. Las reacciones de los demás me afectan y a veces mis mismas actitudes hacia los demás son reprendidas por una parte interna de mí.

Este post es una excusa... tenía ganas de escribir nada más muchas de las preguntas que me vienen... y pensé en la rutina y la forma cíclica de la vida, así que intenté unirlos. Pero también el cansancio y el trabajo me están jugando raro y no coordino las ideas. Tal vez vuelva otro día a retocarlo y editarlo... Por ahora lo dejaré así.